lunes, 4 de octubre de 2010

Tecnoestrés: un mal de este siglo -Diario Hoy-

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¿No puede estar tranquilo si no revisa los correos electrónicos de la oficina durante los fines de semana? ¿Camina enviando y recibiendo emails en i-phone? ¿Está al tanto de la vida de sus amigos sólo por lo que publican en las redes sociales? ¿Le duele el cuello, las cervicales y le arden los ojos de tanto mirar la pantalla? ¿Deja prendido el teléfono celular al lado de la mesita de noche? Si se siente identificado con estas situaciones es posible que esté tecnoestresado, un mal típico de nuestros tiempos. El tecnoestrés o Síndrome de Fatiga Informativa, es un término que fue adoptado por primera vez en 1983 por el psicoterapeuta americano Craig Brod y es usado desde entonces por los especialistas para referirse a la adicción psicológica que puede producir el uso continuado de la tecnología.

¿Qué es el tecnostress?

El Tecnostress es una situación de stress generado por la dependencia total de la tecnología, un sentimiento de pánico cuando las máquinas fallan y la sensación de estar siempre "enchufado". se define como Tecnostress a la adicción psicológica que puede producir el uso continuado de la tecnología. Se considera que una buena parte de la población puede estar aquejada de este mal de nuestros tiempos.

Algunos síntomas son:
  • Necesidad imperiosa de adquirir las últimas novedades tecnológicas que salen al mercado
  • Capacidad de estar manejando varios dispositivos tecnológicos a la vez lo que produce dispersión en la atención que puede llegar a provocar trastornos de concentración y memoria 
  • Empobrecimiento palpable del lenguaje tanto escrito como hablado que se traduce en la creación de códigos de palabras sincopadas y jergas particulares 
  • Utilización de la tecnología durante gran parte del día evitando el mantenimiento de relaciones personales 
  • impaciencia e irritación
  • inconvenientes para relajarse o controlar el ritmo de sus actividades
  • síntomas físicos son dolores de cabeza, malestar estomacal y dolores de espalda, pudiendo llegar a úlceras y dificultad para conciliar el sueño